Uno de los recursos más poderosos para ayudar a los niños a entender y gestionar sus emociones es la lectura. A continuación, exploraremos el papel fundamental que la lectura desempeña en la gestión de emociones de los niños y se proponen algunas sugerencias prácticas para los padres sobre cómo incorporar la lectura en la vida cotidiana de sus hijos.

Es esencial comprender que los niños son diversos en sus formas de aprender, entender el mundo y expresarse. Al reconocer y cultivar esta diversidad, podemos maximizar el potencial de cada niño y fomentar un aprendizaje significativo y duradero.

La fantasía se establece como una herramienta potente y subestimada que puede transformar la experiencia de aprendizaje en un viaje literario único. Más allá de ser simplemente historias imaginarias, los relatos fantásticos han demostrado ser una fuente rica de estímulos cognitivos y emocionales.