La curiosidad es la chispa que impulsa el aprendizaje en los niños. Desde que son bebés, exploran el mundo a través de los sentidos, el juego y la observación. Fomentar la curiosidad científica en la primera infancia no solo despierta el interés por el conocimiento, sino que también fortalece habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y creatividad. En particular, la inteligencia naturalista juega un papel clave, ya que permite a los niños desarrollar una conexión profunda con la naturaleza, comprender los patrones del mundo natural y fortalecer su sensibilidad ambiental.

Promueve la curiosidad científica de tus hijos…

En nuestro blog de hoy te hablaremos sobre como puedes promover esta curiosidad:

  1. Permitir la exploración libre en la naturaleza:

    Los niños con inteligencia naturalista aprenden mejor cuando pueden descubrir el mundo natural por sí mismos. Proporciónales tiempo al aire libre para observar insectos, tocar diferentes texturas de hojas y experimentar con agua y arena. Evita dar respuestas inmediatas; en su lugar, fomenta el pensamiento con preguntas como:

    ¿Qué crees que pasaría si mezclamos tierra y agua?¿Por qué crees que algunas hojas cambian de color en otoño? ¿Cómo podríamos ayudar a los animales a protegerse en invierno?

  2. Experimentos sencillos en casa con elementos naturales:

    No es necesario un laboratorio para hacer ciencia. Puedes realizar experimentos fáciles y seguros que se centren en el mundo natural, como:

  • Hacer crecer una semilla en algodón: para aprender sobre el ciclo de vida de las plantas.
  • Clasificación de hojas y piedras: para desarrollar la capacidad de observación y análisis.
  1. Incentivar el juego de preguntas y respuestas sobre la naturaleza:

    Fomenta un ambiente donde los niños se sientan cómodos haciendo preguntas sobre su entorno. En lugar de responder inmediatamente, anímalos a encontrar soluciones por sí mismos. Puedes responder con:

  • “¡Buena pregunta! Vamos a investigar por qué los caracoles salen cuando llueve.”
  • “¿Qué crees que pasó con este árbol caído?”

    Esto fortalece su pensamiento analítico y los motiva a seguir indagando sobre el mundo natural.

  1. Aprovechar la naturaleza como laboratorio:

    Las salidas al parque, caminatas por la naturaleza o visitas a zoológicos y acuarios son oportunidades para observar el mundo natural y despertar preguntas. Anima a los niños a:

    Llevar un cuaderno de observación para anotar cambios en el entorno, dibujar insectos, hojas o nubes que vean, comparar tamaños, colores y texturas de los elementos naturales, identificar diferentes tipos de aves o flores según su forma y color.

  2. Sé su ejemplo a seguir y conecta con el medio ambiente:

    Los niños imitan lo que ven. Si te muestras curioso y entusiasta por aprender sobre la naturaleza, ellos también lo harán. Puedes decir frases como:”¡Nunca había visto esta flor! Vamos a descubrir cómo se llama.” “me pregunto por qué las hormigas caminan en fila, ¿y tú?” vamos a reciclar juntos para ayudar al planeta”.

  3. Conoce hoy mismo todas las herramientas que el expreso de Leo tiene para que tus pequeños puedan desarrollar su inteligencia naturalista de una forma sencilla y divertida.

Recuerda lo más importante es que generes experiencias que motiven a tus pequeños a disfrutar estos espacios y aprender de tu mano, ¡inicia hoy mismo!

¿QUIERES POTENCIAR LA EDUCACIÓN DE TUS HIJOS? 

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