El desarrollo de la motricidad en los primeros años de vida es fundamental; a través de movimientos y exploración, los niños no solo desarrollan sus habilidades físicas; sino que también aprenden a interactuar con el mundo que los rodea.
Desarrollo de la motricidad
Como padres, es crucial entender las etapas del desarrollo motriz para poder acompañar a los pequeños en este proceso.
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Desde el nacimiento hasta los 6 meses: el mundo a través de los sentidos y el movimiento básico
Durante los primeros seis meses, tu bebé comienza a desarrollar las bases de la motricidad gruesa; como el control de la cabeza y el tronco. Aunque al principio el movimiento es limitado, comienza a fortalecer los músculos y a descubrir sus extremidades.
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De los 6 a los 12 Meses: el mundo en movimiento
En esta etapa, el bebé comienza a explorar su entorno con más autonomía y sus movimientos se vuelven más coordinados. Esto marca un período clave en el desarrollo motor.
- Gateo: Alrededor de los 7-10 meses; muchos bebés empiezan a gatear, lo que es crucial para fortalecer la musculatura del torso, los brazos y las piernas.
- Sentarse y ponerse de pie: A los 8-9 meses; el bebé comienza a sentarse solo, lo que le permite tener una mejor visión de su entorno y practicar el equilibrio. Hacia el final de este periodo, algunos comienzan a ponerse de pie con apoyo.
- Desarrollo de la motricidad fina: A los 6-12 meses; el bebé comienza a realizar movimientos más precisos con las manos, como agarrar objetos pequeños y llevarlos a la boca.
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De los 12 a los 18 meses: ¡A caminar!
Uno de los hitos más emocionantes del desarrollo motriz es el momento en que tu hijo da sus primeros pasos. Este es un período de gran avance en la motricidad gruesa.
- Caminar: A los 12 meses, muchos niños comienzan a caminar con ayuda; y entre los 14 y 18 meses, la mayoría da sus primeros pasos sin apoyo. Este logro es esencial para el desarrollo del equilibrio, la coordinación y la confianza en sí mismos.
- Movimientos más controlados: Al principio, el caminar puede ser inseguro, pero con el tiempo; tu hijo comienza a controlar mejor sus movimientos, subiendo y bajando escaleras, y avanzando en sus habilidades de equilibrio.
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De los 18 a los 24 meses: la exploración sin límites
Con 18 meses, el niño ya tiene mayor estabilidad y control sobre su cuerpo; lo que le permite realizar una amplia gama de movimientos con más libertad.
Corredores en acción: Ahora, tu hijo se siente más seguro y puede correr con mayor facilidad. Aunque su coordinación aún está en desarrollo, comienza a realizar movimientos más rápidos.
Habilidades motoras finas: Los niños en esta etapa comienzan a usar herramientas más pequeñas; como lápices, y a manipular objetos con más destreza, lo que prepara el camino para habilidades como escribir o dibujar.
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De los 2 a los 3 Años: refinando habilidades y coordinación
A medida que tu hijo se acerca a los tres años, su desarrollo motriz continúa perfeccionándose. Ahora puede realizar tareas más complejas con mayor autonomía y control.
Mejora en la motricidad gruesa: El niño mejora su capacidad para correr, saltar, lanzar y atrapar; y su coordinación para actividades como montar una bicicleta con ruedas de entrenamiento o saltar en un pie.
Motricidad fina más precisa: Los niños de esta edad empiezan a ser más hábiles al dibujar, apilar bloques y usar utensilios como cuchara o tenedor con mayor destreza.
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De los 3 a los 5 Años: grandes habilidades motrices en acción
Durante esta etapa, tu hijo continúa desarrollando tanto la motricidad gruesa como fina, pero ahora con mayor velocidad y coordinación.
Saltos, carreras y juegos: Los niños de 3 a 5 años pueden saltar más alto; correr más rápido y empezar a participar en juegos más complejos que requieren de habilidades motoras gruesas y finas.
Habilidades finas avanzadas: Usan mejor el lápiz, el pincel y comienzan a realizar actividades que requieren más precisión; como atarse los zapatos o cortar con tijeras.
Consejos para apoyar el desarrollo motriz de tu Hijo:
- Proporciona un ambiente seguro para explorar: asegúrate de que el espacio donde tu hijo juega sea seguro; para que pueda moverse libremente y experimentar con su cuerpo.
- Fomenta el juego activo: Los juegos de correr, saltar y trepar son fundamentales para el desarrollo motor grueso.
- Juguetes que promuevan habilidades finas: Ofrece bloques, rompecabezas y actividades que ayuden a fortalecer las manos y los dedos de tu hijo.
- Sé paciente y celebra sus logros: Cada niño sigue su propio ritmo. Es importante ser paciente y alentar a tu hijo a continuar explorando y aprendiendo.
- El desarrollo motriz es una parte fundamental del crecimiento de tu hijo. Entender cada etapa te permitirá acompañarlo de manera efectiva, fomentando su confianza y habilidades físicas mientras crece y se desarrolla.
- Permítele usar el activity book, un cuadernillo de actividades que promueve el desarrollo de las habilidades motrices finas; a través de la manipulación de diferentes materiales, la grafomotricidad y el modelado. ¡conócelo hoy mismo!
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